El gran talento depredador de los tiburones no es cuestionable. Pero, a veces, son víctimas de su glotonería, como han podido constatar un equipo de especialistas tras hacer un descubrimiento inesperado en una playa de las Maldivas en el océano Índico. Los jardineros de una estación turística situada en el atolón Baa los llamaron cuando encontraron a un tiburón varado en la playa. El animal, aún vivo, se retorcía en la arena, pero cuando los especialistas llegaron, ya había muerto. Bastó una rápida inspección para identificar la especie del espécimen, un tiburón limón Negaprion brevirostris, y para comprender la causa de su defunción: el depredador de casi un metro tenía un pez erizo de la familia de los Diodontidae atascado en la boca.