¿Nunca te ha pasado eso de tener la sensación de que algo va mal? Pues las sospechas del trabajador de esta gasolinera se confirmaron cuando cruzó la mirada con su clienta. Ella había entrado al lado de un hombre que era en realidad su secuestrador. Compró cigarrillos con la tarjeta de la secuestrada tras haber sacado dinero en el cajero del exterior de la gasolinera. Al ver a la chica temblar, el cajero no lo dudó y actuó. A la salida, se puso entre la chica y su secuestrador y le dijo "quédate detrás de mi". El secuestrador le dijo que la dejara ir, a lo que respondió "ella no va a ninguna parte". Salió para encararse con el secuestrador que hizo incluso el ademán de sacar un arma de su chaqueta minutos antes de huir en el coche de la víctima. La grabación de la cámara de seguridad muestra al trabajador de la gasolinera volver al interior, calmar a la chica y ofrecerle agua mientras esperan a la policía. Se confirma: no todos los héroes llevan capa.