Las imágenes son enternecedoras. Un viejito monta a su perro en la cesta de su bici y se preocupa de que no se moje ni pase frío. Y no escatima detalle. La cara del perro, completamente tranquilo y acostumbrado a lo que parece una liturgia entre ellos parece demostrar que este trato esquisito por parte del dueño no es ni mucho menos una excepción. El perro tiene su propio gorro, su manta.. ¡hasta su propio cojín para que esté cómodo!Es un verdadero placer ver a esta pareja de amigos, el uno cuidando del otro. No te pierdas el vídeo, merece mucho la pena. Y tú, ¿cuidas igual de tus mascotas?