Los médicos recomiendan beber suficiente agua todos los días para abastecer al cuerpo. Si el cuerpo no recibe suficiente agua, puede causar dolores de cabeza, problemas de circulación o estreñimiento. Sin embargo, te diremos por qué debes decir no a las bebidas gaseosas. En 2016, se consumieron unos 200 litros de refresco por persona en el Reino Unido, cifra que disminuyó un año después. Con la introducción del impuesto sobre el azúcar, se espera que el consumo de refrescos disminuya aún más.Desde el aumento de peso hasta los problemas de digestiónSi te gusta beber agua, deberías beber agua sin gas porque el ácido carbónico del agua con gas puede causar obesidad o mala dentadura. Según Grazia, una gran ingesta de dióxido de carbono causa la liberación de la hormona grelina.Esto multiplica el apetito y hace que comas más de lo necesario. Además, pueden producirse problemas estomacales por el consumo excesivo de agua con gas. Cuando tomas bebidas gaseosas, tu cuerpo está recibiendo más dióxido de carbono de lo habitual. Tu estómago reacciona a esto con hinchazón o dolores de estómago.Evitar las molestiasEn la medida de lo posible, trata de evitar las bebidas que contengan ácido carbónico. Por supuesto, también hay que tener cuidado con el agua sin gas, pero mientras esté fresca, no debería haber problemas para beberla. También puedes intentar comer alimentos básicos para proteger tu cuerpo contra la sobre-acidificación. Si no estás seguro de estar bebiendo lo suficiente, comprueba si tienes síntomas que te indiquen que debes beber más agua.